martes, 16 de julio de 2019

Aprendí y decidí.

Aprendí y decidí.

Después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar.
Decidí no esperar las oportunidades sino buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar la solución.
Decidí ver cada desierto como la oortunidad de encontrar un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.
Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival son mis propias debilidades, y que en ellas se encuentra la mejor forma de superarme.
Dejé de temer perder, y empecé a temer no ganar.
Descubrí que nunca fuí el mejor, y que quizás nunca lo fuí.
Me dejó de importar quien ganara o perdiera: ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
aprendí que lo difícil es no llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo es tener el derecho de llamar a alguien "amigo".
Dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi tenue luz de este presente.
Aprendí que nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día dicidí a cambiar muchas cosas, y aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde entonces no duermo para descansar, sino para soñar.


Encotrado entre unos papeles viejos de Omar Sigot


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